Reglas

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Reglas de Manejo de Recursos

Además de la zonificación territorial, otro componente clave para la sostenibilidad es la definición de reglas comunitarias que guíen el uso de los recursos. Estas reglas permiten equilibrar las necesidades actuales con la conservación a largo plazo, evitando la sobreexplotación y asegurando que las especies y ecosistemas sigan sosteniendo a las futuras generaciones.

El Plan de Vida Siekopai ya resalta la importancia de fortalecer las normas comunitarias frente a las presiones externas, y de articular reglas claras que refuercen tanto la seguridad alimentaria como la transmisión cultural. A partir de los resultados de monitoreo y de experiencias locales, se pueden pensar en distintas categorías de reglas:

¿Quién puede aprovechar los recursos? Reglas que definan si ciertas actividades están restringidas a miembros de la comunidad, familias específicas, o grupos con conocimientos tradicionales (por ejemplo, cazadores o pescadores experimentados). Esto ayuda a proteger los recursos y a reconocer el papel de quienes mantienen el saber ancestral.

Actividades permitidas o restringidas: Se pueden establecer normas sobre qué actividades son aceptables (pesca artesanal, caza de subsistencia, recolección de frutos) y cuáles deben evitarse (uso de dinamita o químicos, tala ilegal, caza con fines comerciales intensivos).

Comercialización dentro y fuera del territorio: Algunas reglas pueden limitar la venta de productos de caza, pesca o madera, diferenciando entre el consumo familiar y la comercialización externa. Esto evita que el uso de recursos con fines de subsistencia se convierta en explotación para el mercado.

Turismo y visitantes: El turismo comunitario puede ser una fuente de ingresos, pero requiere reglas claras: qué especies se pueden mostrar, en qué lugares se permite el acceso, y cómo manejar la presencia de visitantes para que no interfiera con las prácticas culturales o la fauna local.

Especies prohibidas: En base al estado de conservación, la comunidad puede decidir prohibir la caza o pesca de ciertas especies que son vulnerables, culturalmente significativas o en riesgo de desaparecer.

Límites de cosecha: Se pueden fijar cantidades máximas de extracción (por ejemplo, número de animales cazados al mes o cantidad de madera recolectada), ajustadas al tamaño de la población y la capacidad de regeneración del ecosistema.

Temporadas de uso: Algunas reglas pueden establecer cierres temporales en ciertas épocas del año (por ejemplo, temporada de reproducción o meses de mayor vulnerabilidad de especies), permitiendo que las poblaciones se recuperen.

Resultados: Abundancia y Sostenibilidad por Especie

Después de revisar la importancia de las reglas comunitarias para el manejo de recursos, presentamos aquí los resultados del monitoreo de fauna y su análisis de sostenibilidad. Estos resultados nos permiten observar cuáles especies son más abundantes, cuáles muestran señales de disminución, y en qué lugares del territorio se concentran sus poblaciones.

El propósito de esta sección no es solo mostrar números, sino relacionar los datos con posibles decisiones de manejo:

  • Identificar especies clave que requieren protección especial.

  • Evaluar la presión de caza, pesca o recolección que enfrentan.

  • Proponer reglas comunitarias adaptadas a cada especie: quién puede aprovecharla, en qué cantidades, durante qué temporadas y con qué fines (subsistencia, comercialización, turismo, etc.).

De esta manera, los resultados se convierten en una herramienta práctica que apoya la visión del Plan de Vida Siekopai, fortaleciendo la autonomía de la nacionalidad en el manejo de su territorio.

En las páginas siguientes se presentan los resultados organizados por especie o grupo de especies, junto con posibles recomendaciones para zonificación, límites de cosecha y especies prohibidas, con el fin de asegurar su sostenibilidad a largo plazo.